jueves, 13 de noviembre de 2008

Blueberry nights (2007)

Estoy enamorada de Wong Kar Wai, o mejor dicho, de sus obsesiones. En sus películas siempre aparece el paso del tiempo, la preocupación por la intimidad, la escritura, los pies dentro de unos tacones altos, las escenas- semejantes a un sueño- grabadas a través del humo o de una ventana, la distancia del encuentro. En esta película con Norah Jones y Jude Law como protagonistas, tampoco nos podemos escapar de esas temáticas. La cámara es lenta mientras el ruido del tren atraviesa todo a una velocidad infinita. Y que es, quizá, ese mismo tren de la historia escrita por Chow Mo Wan en "2046"; una metáfora de la vida que si no agarramos, se nos va yendo poco a poco.
Acá es Elizabeth (Norah Jones) quien después de descubrir que su novio la engaña, comienza a trabajar y a vivir aventuras mientras busca el olvido. En cambio, Jeremy, el dueño de un bar, ve pasar la vida y las personas desde una posición estática y solitaria. Los dos personajes tienen encuentros pero mientras que Elizabeth se va , Jeremy es aquel que ve a los otros irse. Elizabeth escribe cartas desde su movimiento, mientras que él escribe su diario a partir de los hechos registrados en una cámara del bar. Podríamos pensar que ella huye para no enfrentar el dolor, pero también Jeremy huye para no enfrentar la vida. O al revés... los dos están detenidos sin darse cuenta y cada uno cree que va hacia algo. Hay azar, casualidad... no todo es razón y lógica; podemos romper nuestras narices al mismo tiempo, no comer nunca un pie de manzana sin que haya una explicación coherente, ganar toda la noche en las apuestas y luego perder todo.
Las escenas largas y crueles, -a veces intercaladas con la banda de Shigeru Umebayashi (constante en varias películas del director) - se conjugan en una especie de danza cíclica. El tiempo se desvanece sin pasar, el bar es el mismo a pesar de que muchos se hayan ido y la historia se cierra en ella como un círculo: todo está dentro de un beso, todo , dentro de una mujer que llega a un bar a pedir un cigarrillo.